El mercado europeo está buscando ahora el difícil equilibrio entre
una oferta de cerdos a la baja y una demanda de carne presionada por la
inflación, lo que, en otras palabras y aceptando que no va a haber más
sino menos cerdos en la UE este año, quiere decir buscar el punto de
equilibrio de los precios del cerdo entre un nivel que lo permita valorar
por oferta y un nivel que mantenga demanda del matadero a la espera de
que la carne se decida a subir también.