La última palabra, siempre la tendrá China
Lo han visto también en Dinamarca, donde el precio repite pese a que sus mataderos reportan una cómoda situación de mercado, gracias a la diversificación de destinos exteriores que les permite eludir por ahora la
guerra de precios de la carne que hay en el mercado interior europeo. Lo llevan viendo desde hace tiempo en Francia, cuyo precio apenas se mueve unas milésimas mientras permanece siempre en el furgón de cola de las
principales referencias europeas, presionado por sus mismas estructuras de producción/ matanza. Y se ha visto, finalmente, en España, donde el mercado sigue desequilibrado por una oferta tendencialmente inferior a la demanda pero donde el matadero,sin mayores incentivos para matar más, se acomoda a matar menos.